Una rápida mejora del bienestar interno

Salud&Bienestar, abril 2010

¿Cómo influye la dieta en el estado de ánimo de las personas?
La dieta influye sobre el estado de los órganos del cuerpo, y según éste, hay una tendencia hacia un tipo de emociones, estado de ánimo y actitud mental. Esto es bien conocido por la medicina oriental. Si, por ejemplo, comemos grasas saturadas y carnes, hay más tendencia a ser agresivo, si tomamos azúcares refinados que afectan al páncreas y producen altibajos en el nivel de azúcar en la sangre, se pro-ducen altibajos emocionales y cansancio. Al mismo tiempo, la calidad de la sangre influye directamente al nutrir el cerebro en la calidad y cualidad de nuestros pensamientos y estado de ánimo. Una dieta rica en carne disminuye la serotonina cerebral, y rica en cereales integrales y legumbres, lo aumenta significativamente.

¿Hasta qué punto pueden llegar a afectar al comportamiento de una persona?
Si la alimentación es extrema, tomar alimentos contractivos (carne, huevos, embutidos, exceso de sal, pollo) y expansivos (alcohol, azúcar, miel, edulcorantes artificiales, frutas tropicales) en cantidades significativas puede condicionar de forma negativa las tendencias mentales y emocionales de la persona hacia pensamientos y emociones más contractivos (tipo tensión emocional, pensamiento obsesivo, rigidez mental, agresividad…) en el primer caso, o a actitudes y pensamientos expansivos (tipo dispersión mental, falta de concentración y energía, labilidad e inestabilidad emocional o tendencia depresiva), en el segundo.

¿Qué alimentos levantan el ánimo?
Son recomendables cereales como el arroz integral, mijo o quinoa, acompañados de pequeñas cantidades de legumbre o de pescado blanco salvaje moderadamente sazonado, acompañado de verduras de estación en las que predominen las raíces (tipo zanahoria o cebolla) y verdes redondas (tipo calabaza y coliflor) en menor proporción.

En general, los alimentos de origen vegetal –al tener menos toxinas– y, sobre todo, los cereales en grano, semillas, legumbres y verduras –al ser los alimentos de nuestro programa biológico (fíjate en la dentadura de una persona: 12 molares y premolares para moler grano, ocho incisivos para cortar verduras y frutas y cuatro caninos para “desgarrar” proteína)–, está demostrado que producen una rápida mejora del bienestar interno y del estado emocional.

¿Qué les confiere esta cualidad? ¿Qué reacciones desatan en nuestro interior?
Al crear armonía entre los órganos y permitir que la energía fluya adecuadamente por nuestro organismo, producen sensación de bienestar y vitalidad. Permiten un funcionamiento enzimático adecuado, con lo cual, los órganos funcionan bien.

¿Estos alimentos pueden llegar a generar adicción? ¿Existen riesgos al enfocar una dieta a este tipo de alimentos?
Al contrario, los cereales integrales, semillas, legumbres, productos de mar, pequeñas cantidades de algas, frutas y verduras de temporada y frutos secos, comidos en las proporciones adecuadas –que son las recomendadas por la OMS (50% cereal integral; 10-20% legumbres y pescado; 0-5% frutas, semillas y algas, y 25-30% verduras)– ayudan a salir de las adicciones por sus mecanismos reguladores del metabolismo a nivel cerebral y se dan en dietas de desintoxicación.

¿Qué alimentos tienen fama de subir el ánimo y en realidad no lo hacen?
El chocolate, azúcar, café, alcohol y edulcorantes artificiales. Estos últimos pueden ser muy adictivos.

¿Y cuáles son enemigos del positivismo y la autoestima?
Las carnes provocan tendencia a la agresividad, inseguridades, pensamiento obsesivo, ideas fijas. Los alimentos que desmineralizan (como el azúcar, edulcorantes, chocolate, exceso de bebidas azucaradas o de zumos de frutas y frutas tropicales, incluso los lácteos en grandes cantidades) bajan mucho la energía de los riñones y pueden producir emociones negativas, cansancio y tendencia a bajar la autoestima.